miércoles, 28 de noviembre de 2012
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Lo nuestro es contar la vida vista desde unos ojos bastante parecidos al resto, pero, que por garbo subjetivo difícilmente miran las cosas en serie. Hablamos como somos e inspirados en nosotros, nuestras ideas rodean la simpleza de nuestras vidas.
Seguro que somos distintos, pero, nuestra incongruencia no está vinculada a nuestra convicción: expresamos algo a quien le interese, compartimos lo que somos por el simple placer de mostrarse como distinto. Sin ser más, sin ser menos.
Por momentos intrascendentes, salidos de una elipsis existencial. Buscamos lo que comúnmente termina en inutilidad, pero, que visto por nosotros matiza cada vivencia posterior. Ella y yo, juntados por los juguetes empolvados en alguna caja del sótano, por un martes en la mañana o el colectivo de siempre. Él y yo proyectados por nosotros, pero, principalmente para compartirnos.
Seguro que somos distintos, pero, nuestra incongruencia no está vinculada a nuestra convicción: expresamos algo a quien le interese, compartimos lo que somos por el simple placer de mostrarse como distinto. Sin ser más, sin ser menos.
Por momentos intrascendentes, salidos de una elipsis existencial. Buscamos lo que comúnmente termina en inutilidad, pero, que visto por nosotros matiza cada vivencia posterior. Ella y yo, juntados por los juguetes empolvados en alguna caja del sótano, por un martes en la mañana o el colectivo de siempre. Él y yo proyectados por nosotros, pero, principalmente para compartirnos.
Estudiante de Sociología en la Católica, Raquel es en realidad una incansable viajera. Sus despedidas ya parecen una constante dentro de quienes la conocemos. El verla junto a su incondicional maleta beige y Ipod de primera generación resulta un momento que se repite tanto como sus gritos de sorpresa: en feriados largos, después de finales o ante los meses sin estudio en verano, cualquier lugar es atractivo, cualquier situación bienvenida.
Alegre y siempre inesperada, parece únicamente buscar una variable que involucre felicidad perpetua: desde algún espacio del planeta, junto a un cigarrillo y escuchando sus canciones con letra y sonido incomprensibles al primer contacto. Hablando, y comúnmente no dejando hablar, con algún nuevo amigo -De esos que colecciona como teléfonos en páginas amarillas (el msn debería cobrarle abuso en base de datos)-
Pero es parte del chiste, su chiste. Cuestión de entenderla de a poquitos. Las letras, aún diga ella que son limitadas, parecen acercarla al respecto. Gusta leerla, tanto como escucharla.
Alegre y siempre inesperada, parece únicamente buscar una variable que involucre felicidad perpetua: desde algún espacio del planeta, junto a un cigarrillo y escuchando sus canciones con letra y sonido incomprensibles al primer contacto. Hablando, y comúnmente no dejando hablar, con algún nuevo amigo -De esos que colecciona como teléfonos en páginas amarillas (el msn debería cobrarle abuso en base de datos)-
Pero es parte del chiste, su chiste. Cuestión de entenderla de a poquitos. Las letras, aún diga ella que son limitadas, parecen acercarla al respecto. Gusta leerla, tanto como escucharla.
Estudia comunicaciones en la U de Lima y se especializará en Desarrollo y Empresas. Gusta de fotografías, música experimental y literatura principalmente cercana al boom latinoamericano. Sus principales directores son Lars Von Trair, Amenabar y David Fincher, odia bailar sin antes beber algo y le gustan los paseos en micro- compartido-
Mi primera impresión de Jesús fue que era un tipo raro, conociéndolo he ido intensificando el calificativo. Es doblemente raro, pero, con un misterio atractivo. Hablar con él siempre es pasar de un estado intrascendente a esencial.
En realidad no sé cómo lo hace. Tal vez, mi enfoque intenta connotar en sus palabras algún sentido fuera del común. Lo único claro con él es que tiene llamativo modo de escribir, que en sus textos se distingue un modo de expresar bastante curioso y en búsqueda de un ritmo que, como él, termina de a poco siendo bastante apreciado.
Mi primera impresión de Jesús fue que era un tipo raro, conociéndolo he ido intensificando el calificativo. Es doblemente raro, pero, con un misterio atractivo. Hablar con él siempre es pasar de un estado intrascendente a esencial.
En realidad no sé cómo lo hace. Tal vez, mi enfoque intenta connotar en sus palabras algún sentido fuera del común. Lo único claro con él es que tiene llamativo modo de escribir, que en sus textos se distingue un modo de expresar bastante curioso y en búsqueda de un ritmo que, como él, termina de a poco siendo bastante apreciado.
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